martes, 19 de marzo de 2013

LA PANACA

Según Rostworowski, las panacas cumplían un papel muy importante en la elección del nuevo Inca. De ellas salían los candidatos, y entre ellas se enfrentaban para lograr el nombramiento del postulante de su interés. Toda panaca está relacionada con el poder de un antiguo gobernante . A la muerte de un Inca, asumía el cuidado del mallqui: el Inca difunto. Debía organizarle las celebraciones y todos los rituales necesarios. Así, por ejemplo, mantenía el recuerdo de las hazañas del Inca. junto con el mallqui, la panaca conservaba los bienes personales del antiguo gobernante, como sus tierras, y debía mantener sus vínculos de reciprocidad y redistribución.Según las crónicas. cada nuevo Inca daba origen a una panaca. Es decir, en el momento en que un Inca se nombraba, salía de su panaca y fundaba una nueva. Algunos historiadores cuestionan esta posibilidad.

DUALIDAD: UN PRINCIPIO DE ORGANIZACIÓN

María Rostworowski realizo estudios en La Paz, Capachica y Lima, y encontró la presencia de dos curacas que compartían el poder. La Dualidad en la autoridad curacal se mantuvo incluso hasta los años del virreinato. Los documentos coloniales mencionan constantemente al curaca y su segunda persona, o aparece acompañado por un hermano. Para historiadores como Rostworowski y Franklin Pease, este segundo personaje es una muestra de cómo la dualidad se mantiene entre los curacas durante el virreinato. Para ambos investigadores este nivel de organización política se repetía en todos los niveles hasta llegar a la figura del propio Inca. Así, en el Tahuantinsuyo, el poder estuvo manejado por una diarquía. Es decir, dos incas: uno hanan y otro hurin, con el hurin aparentemente subordinado al hanan.

EL AYLLU

El Ayllu es un grupo de parentesco, un conjunto de personas que se consideran parientes entre si, una especia de "gran familia" que sirve como base para la organización económica, política, social y religiosa de los grupos humanos en el Perú prehispánico. Junto con el Ayllu encontramos la reciprocidad, otra de las bases de la organización andina. Desde el momento que el Ayllu hace referencia a un conjunto de personas, su tamaño se expresa en el número de sus integrantes. Por lo tanto los Ayllus más poderosos de los Andes son aquellos que comprenden a más individuos, todos estos unidos por vínculos de parentesco. Para pertenecer a un Ayllu se necesitaba ser reconocido como pariente por las personas que lo conformaban. En muchos casos el parentesco podía ser sanguíneo, pero también existía un parentesco mítico, porque cada Ayllu se identificaba con un mito que explicaba su origen. De acuerdo a la mitología andina, la fundación de cada ayllu había sido obra de un personaje salido al mundo exterior desde una cueva, un lago o una montaña. Así de este primer miembro descendían todos los que formaban parte del ayllu. Este fundador explicaba el parentesco común; en consecuencia, se consideraba que todos los miembros descendían de un mismo antepasado. Para el ayllu, el lugar de origen de este primer miembro fundador tenía un caracter sagrado. Dicho lugar se denominaba pacarina. La pacarina era un lugar muy importante para los miembros del ayllu, ya que era parte de religiosidad local y sentían que los protegía de sus enemigos. Por lo tanto, no debían descuidar el culto a su pacarina.

Los Incas (su presunto origen) VIDEO

lunes, 18 de marzo de 2013

LOS CHANCAS: PUEBLO GUERRERO

Los Chancas eran un grupo étnico que vivía en las zonas altas de los actuales departamentos de Ayacucho, Huancavelica y Apurímac. Los arqueólogos han logrado identificar varios asentamientos en dicha área, relacionados con la llamada Confederación Chanca, pues se trataria de varios curacazgos unidos y en aparente proceso de expansión. Su centro principal era Paucaray, el camino hacia Huamanga. De acuerdo con los estudios arqueológicos, los sitios de ocupación chanca suelen estar construidos en cumbres y laderas de cerros, entre los 2000 y 4000 metros de altitud. Son construcciones generalmente de forma circular como el sitio de Sondor en Apurimac.

LA LEYENDA DE LOS CHANCAS

Según cuentan las crónicas, en los años que gobernaba el inca Huiracocha, este nombró como sucesor a Urco, quien había empezado a ayudarlo en el gobierno, aunque lamentablemente, no parecía tener verdaderas dotes de mandatario.Aparecieron entonces en las cercanías del Cusco, tropas chancas armadas lanzando gritos de guerra. Entre los jefes chancas destacan Malma, Tumay Huaraca, Astu Huaraca y Huaman Huaraca. Ellos iban protegidos por Uscovilca, su mallqui, es decir, su momia.El mallqui tenía un valor símbolico muy importante porque era considerado sagrado y una divinidad protectora. En este caso, el mallqui Uscovilca protegía a los guerreros. Por eso mismo, iba bien custodiado para evitar que cayera en manos del enemigo durante los enfrentamientos. La presencia de los chancas aterró a los cusqueños. El inca Huiracocha huyó con Urco y parte de sus seguidores. El Cusco quedó prácticamente a merced de los chancas, y entonces el joven Cusi Yupanqui decidió defenderlo de sus atacantes. Pidió la ayuda de algunos curacas, pero además requería una protección divina. Por eso invocó al dios Sol e imploró por su ayuda.Así se inició la batalla. Cuentan que el enfrentamiento era terrible. Aunque Cusi Yupanqui había logrado detener el avance chanca, aún no podía expulsarlos del territorio inca. Un viejo sacerdote, Topa Huanchire, se le ocurrió un truco: colocar unas grandes piedras con flechas y porras para que, viéndolas desde lejos, los chancas pensaran que se trataba de nuevos refuerzos incas. Entonces fue cuando intervino el dios Sol y convirtió las piedras en aguerridos soldados- conocidos como pururaucas -, quienes rápidamente tomaron posesión del mallqui Uscovilca. En ese momento, las tropas chancas se desorganizaban y huyeron despavoridas. Cusi Yupanqui fue a buscar a Huiracocha, quien de acuerdo con las tradiciones incas debía sellar la victoria pisando el botín y encarando a los jefes enemigos capturados. Símbolicamente, así tomaban posesión de las tierras y los bienes de los vencidos. Sin embargo, Huiracocha se negó y propuso que fuese Urco quien lo hiciera. Cusi Yupanqui rechazó la idea y emprendió su retorno al Cusco. Urco decidió entonces acabar con Cusi Yupanqui, y para ello preparó una emboscada. Cusi Yupanqui fue atacado en el camino, pero él estaba preparado y sus hombres derrotaron a los atacantes. Ya de regreso en el Cusco, Cusi Yupanqui se enteró de que un grupo de chancas se reagrupaban con la intención de atacar nuevamente. Los volvió a enfrentar, esta vez en Jaquijahuana, donde los derrotó e inició una persecución que lo llevó hasta Andahuaylas. Allí, Cusi Yupanqui puso fin a las prentensiones chancas y selló definitivamente su victoria. Al retornar al Cusco cargado de un nuevo botín, volvió a insistir en que Huiracocha reconociese el triunfo cumpliendo con pisar los "despojos" de los vencidos. En esta oportunidad el Inca accedió, pero rechazo retornar al gobierno. En consecuencia, las familias nobles optaron por nombrar como nueva inca a Cusi Yupanqui, a quien se le cambió el nombre por el de Pachacútec.

LOS HERMANOS AYAR

Diversos cronistas-Cieza de León, Guamán Poma de Ayala y Betanzos, entre otros-recogieron un mito diferente sobre los origenes del dominio inca: el de los hermanos Áyar. Según este mito, cera del Cusco, en el cerro Tamputoco, había tres ventanas o cuevas. De estas salieron tres grupos de étnicos: los maras, los tampus y los áyar. De una de las cuevas ,llamada Cápac Toco, salieron cuatro hermanos: Áyar Uchu, Áyar Cachi, Áyar Auca y Áyar Manco, acompañados de sus hermanas Mama Rahua, Mama Cora o Ipacura, Mama Huaco y Mama Ocllo. Juntos empezarón la búsqueda de la tierra donde se debían establecer. En su camino, los hermanos se detenían un tiempo, cultivaban, esperaban la cosecha y partían nuevamente. Cuentan que, cuando se detuvieron en Guaynacancha, Mama Ocllo quedo embarazada. Allí permanecieron hasta la cosecha y luego continuaron su camino. En Tamboquiro, su siguiente parada , nació Sinchi Roca, hijo de Mama Ocllo y Áyar Manco. Con el tiempo los hermanos sientieron envidia o temor de Áyar Cachi, quien había desarrollado poderes mágicos especiales: valiéndose de su honda, con un solo tiro era capaz de tumbar cerros y crear quebradas. Los hermanos se pusieron de acuerdo y le pidieron a Áyar Cachi que regresara al cerro Tamputoco a recoger ciertos objetos que habían olvidado. Cuando llegó , entró en la cueva a buscar el encargo y nunca más pudo salir, pues un enviado de sus hermanos cerró la entrada con una inmensa piedra. Sin Áyar Cachi, los hermanos continuaron su camino y se detuvieron en el cerro Huanacaure. Allí, Áyar Uchu, a quien le habían crecido alas, voló hasta el Sol para recoger un mensaje. La indicación era que Áyar Manco debía convertirse en el jefe de los hermanos. Pero al descender a la tierra, Áyar Uchu se convertio en piedra allí mismo, en el cerro Huanacaure. Los hermanos siguieron su búsqueda y decidieron arrojar dos varas de oro que se hundirían cuando llegaran al lugar adecuado para su asentamiento definitivo. Una vara se hundió en un sitio denominado Huaynapata. Entonces, Áyar Manco ordenó a su hermano Áyar Auca que tomara la delantera y se presentase ante la gente del lugar. Áyar Auca emprendió el vuelo y al tocar tierra en Huaynapata también se convirtió en piedra. Se dice que en dicho lugar se construyó posteriormente el templo del Coricancha. Áyar Manco debió enfrentar duramente a las poblaciones de la zona, hasta que logró dominarlas y tomar posesión definitiva del Cusco.

LA LEYENDA DE MANCO CAPAC Y MAMA OCLLO

La leyenda cuenta que el dios Sol mandó a salir de las aguas del lago Titicaca a una pareja: Manco Cápac y Mama Ocllo. El Sol ordenó a esta pareja iniciar un peregrinaje para encontrar donde fundar el centro de un poderoso reino. Les entregó una vara para ayudarlos y les indicó que probaran hundirla en diversas tierras, cuando esto sucediera sería señal que era el lugar adecuado para quedarse. Manco Cápac y Mama Ocllo, acompañados de un grupo de seguidores, emprendieron un largo camino hacia el norte. Arribaron a Pacaritambo, "Posada del Amanecer", donde encontraron una cueva que les sirvio de refugio para pasar la noche. A la mañana siguiente, Manco Cápac ordeno poblar el lugar. Continuaron manteniendo el rumbo y llegaron al cerro Huanacaure, en el valle del Cusco. Allí la vara se hundió, señal que ellos esperaban para fundar "la ciudad". Comunicaron a los pobladores locales que eran los enviados de "su padre Sol" y se dedicaron a enseñarles las artes del tejido, el cultivo del maíz, la construcción de andenes y de canales de riego, y los secretos de la guerra. Según este relato, Manco Cápac y Mama Ocllo son dos grandes héroes civilizadores. El mito nos da a entender que gracias a los incas, los pueblos originarios del Cusco descubrieron una serie de elementos propios de las culturas andinas.

viernes, 15 de marzo de 2013

BIENVENIDA

Bienvenidos a todos mis queridos pupilos. He creado este blog para que sirva como un complemento a las clases en el aula, para que puedan ampliar sus conocimientos de los temas que iremos desarrollando a lo largo de los bimestres. Espero que toda la información sea de utilidad para ustedes y como siempre los invito a contribuir con nuevos aportes lo que hará el curso más dinámico y rico. Un abrazo fraterno. Su profesor.